Los Estados Unidos están anticipando una situación caótica debido a la reducción significativa en la cantidad de vuelos disponibles. Esta disminución podría generar una serie de problemas en el transporte aéreo, afectando tanto a pasajeros como a la logística de carga.
Las autoridades y aerolíneas trabajan en estrategias para minimizar el impacto de esta disminución, buscando alternativas para mantener la operatividad y la satisfacción de los usuarios. Sin embargo, la reducción en el número de vuelos podría llevar a largas esperas y congestiones en los aeropuertos más importantes del país.
